martes, 3 de abril de 2012

Rol semanal

 Buenas noches, esta semana la estratega ha decidido que mi rol a desempeñar sea el de crítica.

 El tema elegido es:

                 LA LEGALIZACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN.

 Me he decantado por hacer la crítica sobre este tema debido a que es de primerísima actualidad.
 Como sabemos y siempre se ha oído decir, la prostitución es el trabajo más antiguo de la historia; pero, ¿Qué está ocurriendo actualmente?
 Pues bien, numerosas autoridades de distintas localidades han decidido poner una multa económica a toda aquella persona que ejerza la prostitución en la calle de forma libre y al cliente que solicite sus servicios. Y yo pienso, ¿Qué ocurre con esas personas? ¿A caso no tienen derecho a desempeñar un trabajo digno como otras personas cuales quiera? Pero, ¿En qué sociedad vivimos?
 Tenemos constancia de que desde tiempos remotos, allá por la época griega, ya existían los conocidos prostíbulos, lugares donde acudían hombres a satisfacer sus deseos o necesidades sexuales, previo pago, con mujeres dedicadas a ello.
 Hoy por hoy, esos lugares siguen existiendo y se consideran legales. Entonces, ¿Qué pasa? ¿Una mujer tiene derecho a trabajar legalmente en un prostíbulo y no en la calle?
 ¡Seamos coherentes señores!
 Cualquier persona en este país tiene derecho a disfrutar de la seguridad social y a cotizar de manera honrada; ya sea ejerciendo el trabajo de médico, enfermero, prostituta, barrendero, político,…, todos y cada uno de ellos igual de dignos.
 Bajo mi punto de vista, cada uno de nosotros somos libres de elegir nuestra propia profesión, por tanto, si alguien elige la prostitución, ¿Qué hay de malo?
 Todos y cada uno de nosotros y nosotras nos regirnos por una serie de principios y decidimos hacer una u otra cosa, pero no por ello más o menos importante.
 Añadir, además, el desconocimiento que tenemos cuando decimos que alguien se dedica a la prostitución solo por placer y dinero fácil, pero ¿Qué pasa si la persona que ejerce esa profesión es a lo único, que por sus circunstancias personales, puede dedicarse para ganar dinero y dar de comer a su familia?
 ¡Es un proceso complejo! Por ello, concienciémonos y digamos sí a la legalización de la prostitución como trabajo digno y con ello a la “consecución” de la eliminación de los proxenetas y de los derechos que dicho trabajo merece. Fomentemos, del mismo modo la igualdad entre nosotros y aceptemos la diversidad y libertad de ejercer una u otra profesión con sus deberes y derechos.

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